Freidoras

¿Qué freidora comprar? Consejos y recomendaciones

La freidora se ha convertido en la primera opción para freír de manera sencilla, y, sobre todo, segura, una gran variedad de alimentos y elaboraciones.

Estos pequeños electrodomésticos son capaces de ofrecer grandes resultados de manera rápida, ya que, en tan solo unos minutos, podrás disfrutar de tus platos preferidos, con el punto de aceite perfecto, sin excesos.

Contar con una freidora en tu cocina te hará disfrutar de una gran cantidad de ventajas como: 

Uso sencillo:

Su funcionamiento es muy simple, solamente tendrás que rellenar el deposito de aceite, esperar unos minutos, y una vez caliente, introducir el alimento que queramos freír. En tan solo unos minutos tu plato estará listo.

Mayor seguridad:

Gracias a su gran depósito para almacenar el aceite, evitarás accidentes como las salpicaduras, mucho más comunes con utensilios como la sartén.

Limpieza:

No necesitan una limpieza diaria, al contrario que la sartén, por ello, nuestra recomendación es que la limpies entre los 2 y los 3 usos.

Mayor capacidad:

Podrás freír una mayor cantidad de alimentos al mismo tiempo, ahorrando mucho más tiempo en tus elaboraciones.

¿Qué tipos de freidoras hay?

Freidoras de aceite:

El modelo más común en todos los hogares por su relación calidad precio, ofreciendo excelentes prestaciones, a precios muy económicos.

Este tipo de freidoras están compuestas por un recipiente donde se vierte el aceite para que se caliente a través de su resistencia eléctrica, ofreciendo mayor rapidez en la elaboración de tus platos, que te permitirá conseguir un consumo de energía mucho menor.

Además, cuentan con un termostato con el que podrás regular la temperatura del aceite, adecuándolo a la perfección al alimento que quieras cocinar.

Freidoras de aire:

También conocida como freidora sin aceite, cuenta con una ventaja que la ha convertido, en poco tiempo, en una de las principales opciones para la elaboración de platos más saludables.

Estos modelos apenas necesitan aceite, por lo que podrás reducir considerablemente la grasa extra de los alimentos y, a su vez, evitar que la cocina se inunde de humos y malos olores.

Su funcionamiento se realiza a través de la recirculación de aire caliente en el interior de su recipiente, que te permitirá freír, hornear o asar todos los alimentos.

¿Cómo limpiar una freidora?

En Electrocosto siempre ponemos especial atención en el cuidado y la limpieza de todos los electrodomésticos, con el objetivo de aumentar su vida útil durante el mayor tiempo posible.

En esta ocasión, realizar una limpieza regular de tu freidora es de gran importancia para que la vida útil de este pequeño electrodoméstico sea mayor.

¿Pero cómo limpiar la freidora?, dependiendo del tipo de freidora, su limpieza será de una manera u otra.

Freidora de aceite

La cestilla, uno de los elementos que mayor suciedad acumula. En este sentido, y gracias a su carácter extraíble, podrás introducirla cómodamente en el lavavajillas o limpiarla con un estropajo, agua caliente y jabón.

Por otro lado, la cubeta, vaciando previamente todo el aceite de su interior. Gracias a una esponja suave y, de nuevo, una mezcla de agua caliente y jabón, o bien con productos específicos quita grasas,  podremos eliminar de manera eficiente toda la suciedad adherida.

En cuanto a la limpieza de la resistencia, te recomendamos una limpieza en seco. Una vez la extraigamos al exterior, utilizar papel de cocina nos garantizará el mejor acabado.

Freidora de aire

La mayoría de los modelos actuales son mucho más sencillos de limpiar, ya que podrás introducir elementos como la sartén, la canasta y la bandeja en el lavavajillas.

Si, por el contrario, no dispones de lavavajillas, en primer lugar, asegúrate antes de comenzar a limpiarla esté desenchufada y completamente fría. Tras retirar la canasta y la sartén, utilizando la parte suave de un estropajo y una mezcla de agua y jabón podrás eliminar los residuos acumulados en el interior.